El cristal checo para bisutería


Muchas son las opciones para la elaboración de nuestros accesorios, una de las más populares es el cristal de Swarovski, o la utilización de piedras semipreciosas como el jaspe o las ágatas, o una de las tendencias como es el ámbar.

Sin embargo los precios de estos materiales resultan en algunos casos muy difíciles de adquirir o muy costosos, es por eso que recurrimos a materiales de elaboración más accesibles y caemos en la costumbre de comprar bisutería elaborada con acrílicos o plastimetales que resultan a primera vista muy llamativos pero con el uso se desgastan fácilmente y pierden su llamativo.

Una de las alternativas que te recomendaremos hoy, es un material reconocido por su excelente relación precio-calidad y que se fabrica desde tiempos de la edad media en la región de Bohemia en la República Checa.

Un poco de historia


El cristal de Bohemia se fabrica desde el año 400 D.C. a la caída del imperio Romano, sin embargo su industrialización se relata aproximadamente en el 900 D.C. y el 1200 D.C. para decorar tumbas en Europa oriental, pero su apogeo no fue hasta el siglo XIX cuando varios artesanos del antiguo imperio Austro-Húngaro se dedicaron a viajar por todo el continente en busca de inspiración; su labor era viajar de ciudad en ciudad preguntando a la gente qué clase de bisutería les gustaría y así regresar a Bohemia con bocetos para fabricarlos.

Aunque Venecia y Bohemia formaban parte en aquél entonces al imperio, la rivalidad entre los artesanos de estas ciudades era tan reñida por ver quien realizaba los mejores diseños; tanto así, que al hacerse tan popular su demanda ambos realizaban bisutería muy similar, aunque en una examinación exhaustiva se determino su diferencia en el empleo del color y el estilo.

Tras el paso de la revolución industrial en el siglo XIX, un nuevo auge por la bisutería comenzó, y los procesos de fabricación con la prensa y los moldes precalentados favorecieron a que su producción se volviera masiva disminuyendo costos; por su parte los artesanos de Venecia, permanecieron utilizando el método artesanal, aun así ambos aportaron innovaciones importantes y continuaron perfeccionando el proceso de fabricación de bisutería.

No sería hasta la primera guerra mundial cuando la fabricación del cristal se vería interrumpida, pasando por la gran depresión en la década de los 30 y la segunda guerra mundial; hasta que en 1945 Checoslovaquia nacionalizó la industria de la bisutería y en 1958 se tomó la decisión de exportarlos ante el declive económico en el país, es ahora que la República Checa vuelve a ser el referente en la exportación y fabricación de bisutería.

Después de este breve resumen, es hora de mencionar algunas propiedades del cristal checo.

Su durabilidad

Como habíamos mencionado antes, la bisutería de acrílico pierde su belleza tras un periodo de uso, por eso es tan fácil de adquirir. No es el mismo caso que con el cristal checo pues, su elaboración tan meticulosa permite que no se desgaste con tanta facilidad.

Amplia variedad de diseños

Cortes, facetados, colores, opacidad, tamaño y refractancia son algunos de las características al escoger el cristal, es tanta la variedad que es posible enamorarse de varios diseños a la vez; en Zava contamos con más de 1600 diseños diferentes y más por venir.

Su precio

Si bien el cristal Swarovski es la línea más prestigiosa en el mundo de la joyería es probable que adquirir su mercancia no este al alcance de nuestros bolsillos, el cristal checo por su parte, cuenta con varios distribuidores a lo ancho del planeta a un precio inferior al Swarovski y hoy en día es posible adquirir estos productos por internet; en Zava Beads ponemos este producto al alcance de unos cuantos clicks en toda la República Mexicana.

Como podrás observar, este es un producto fácil de emplear en tus creaciones; no lo dudes más y anímate a realizar accesorios con cristal checo, un producto con historia y belleza.

Bibliografía:
Beads of the World by Peter Francis Jr.
Glass 5,000 Years edited by Hugh Tait
The Czech Bead Story by Peter Francis Jr.
The History of Beads from 30,000 B.C. to the Present by Lois Sherr Dubin

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